El té es un bien preciado que debemos a nuestro querido planeta Tierra.
Cuando bebemos té en hoja, nos permitimos disfrutar del regalo de la belleza expresada en formas, aroma y colores. En esta nota té propongo reciclar las hojas de té después de infusionadas, y de este modo extender la vida útil de este material orgánico que de otra forma iría a parar a la basura:
1- Desodorante de refrigerador: Deja secar completamente las hebras de té ya utilizadas y colócalas en la heladera. Esto hará que absorban eficazmente los malos olores.
2- Compost y humus: Todas las hebras de té ya infusionadas pueden convertirse en excelente compost para tu jardín. En vez de descartarlas, puedes enterrarlas cerca de las raíces de las plantas o mezclarlas con tierra para preparar humus.
3- Abono y riego: Si no tienes mucha experiencia en la preparación de compost, puedes simplemente esparcir las hojas en la superficie de la tierra, especialmente de plantas ácidas (camelias, hortensias, azaléas, etc). Lo mismo vale para las tazas que se enfrían y ya no se beben. No las tires por el fregadero. Usa esa agua para regar.
4- Aromaterapia: Deja secar las hojas ya usadas, y preparar popurrí, perfumándolas con un aroma agradable, y guárdalas en bolsitas de tul para ponerlas entre tu ropa
5-Tratamientos de piel, reducir bolsas en los ojos, picaduras de insectos y, en general, uso como antiinflamatorio. El té contiene ácido tánico, que tiene propiedades antiinflamatorias. Se puede guardar una bolsita en la nevera por si acaso.
